"SUEÑO QUE FUMO VIENDO" (Poema)
SUEÑO QUE FUMO VIENDO
I
Sueño con la elevada materia del sueño,/
sueño que la lengua se torna tortuosa/
y la boca que la suelta queriendo ser afectuosa/
se queda sola y en silencio./
/
Sueño que ya no sueño nada, pero sueño./
Y sigo soñando hasta vivir de nuevo./
Sueño que te encuentro, busco que te sueño,/
verso de sueño en sueño, sueño que no hay abismo./
Sueño que converso, que como un malvavisco,/
sueño con el visco que hago cuando me lo das cercano./
Sueño al soñar que soñé una soñada,/
¡sueño tanto que voy a la sueñaduría los fines de semana/
a soñar en abundancia y calma!/
Sueño que me envuelve un globo de opio,/
que vivo soñando sueño,/
soñaré hasta después de muerto, soñando con lo prometido, soñando que es distinto, soñando le doy forma al Cielo, pues es mi sueño soñado,/
y sueño ya soñado es sueño que ya se soñó,/
como haber sido es seguir siendo porque así se fue./
/
II
Fumo en un junio que se avisa en plomizo cielo,/
quizá llueva, quizá las chicas se metan a sus casas a hacer el amor con el teléfono,/
yo abriré el paraguas, me acercaré a las caras de los mil espejos que de arriba cayeren;/
llegaré a mi madriguera con los zapatos mojados y honestos,/
tal vez deformes por el agua en exceso./
/
Fumo un cigarrillo secreto, cuyo humo divaga/
abriendo esferas en el tiempo olvidadas;/
fumo/
un adversario en bancarrota, fumo/
un adversario encarcelado,/
fumo en una libertad que, además, me embriaga./
Fumo en una nada,/
fumo en un ocio delicioso y sin sus trampas, fumo./
/
Fumo y un gran danés ladra a los truenos que amenazan./
Fumo a la tribu que se ha vuelto mi garganta./
Fumo a la fe/
que le tengo a mi psiquiatra,/
fumo en un parque los cigarrillos que me adaptan./
/
Fumo caracoles, son las letras de las palabras,/
fumo tras la chispa que le dio candela a una masa quemada./
Las cascadas de amor al vicio/
son lo que fumo sobre el invisible precipicio./
Fumo como un jazzista del pasado siglo,/
aunque exagero si insisto/
en contarme diarios doce cigarrillos./
Fumo y ya no soy el mismo, pero lo seguiré siendo./
Fumo cuando gano y cuando estoy perdiendo,/
fumo este momento y fumo mis recuerdos. Fumo./
Fumo con asombro el propio abandono humano./
Pareciera que los placeres nos están prohibidos./
Fumo la rebelión,/
fumo y parece que estoy herido./
Pareciera que no tengo pensamientos fijos./
Fumo y cae la primera gota/
de esta tarde que se agota./
/
III
¿Es un acto ver?/
Si lo es, acto también es el pensar;/
si no lo es, al pensamiento todo le podría pasar y aun ser/
desesperadamente inocente, como la roca que se erosiona,/
aunque se ofrece a los golpes y al temporal./
/
Vi para lo que tengo ojos,/
ojos tengo para los despojos, para los amores rotos,/
para la roca que toca el cincel y se viene tarde o temprano,/
tengo ojos para abril, tengo ojos para mayo,/
ojos tengo para ver/
a esa mujer, tan triste/
que, de ser puta, estaría menos triste./
Tengo ojos también para el caballero/
que ojos tiene para quererme escupir en el agujero/
en el que me encuentro./
Veo o las letras o las calles,/
he estado en la cárcel y leído en inglés a Faulkner,/
esta cosa que no es sólo ver, sino que habla de ver solamente/
o a las calles o a las letras./
He visto al mar de noche en lo oscuro,/
he visto lo oscuro bajo el puente de noche./
/
Ver, no me importa si acto es o no es,/
el ver, de vuelta me contempla./
/
He visto tantos perros que pareciera/
que he visto a todos los perros del planeta./
He visto, en otra tierra, dos Rolls Royce aparcados juntos en una hilera,/
y en otra hilera he visto lo mismo,/
y en mi tierra, en mi colonia, desde la puerta,/
diario veo un Mercedes blanco que nos pone a todos lo naco y posiciona a la Mafia estando cerca./
Ese ver/
no es cualquier ver…/
He visto a la hija de la dependienta de la tienda/
apretarme a los ojos todas sus tetas,/
que, aunque es apenas una adolescente, son exquisitamente inmensas:/
Yo sólo vi, yo sólo estaba viendo…/
Viendo las cajetillas de cigarros más caros que los míos,/
esto es, mejor o peor, no es eso, es otro planeta, otro mundo,/
ves diario otros colores, y lo que ves se torna humo,/
humo que ves, que está vivo en su sensual densidad tersa./
He visto mis propios sueños./
Una vez vi a Madonna, otra, al príncipe de Marruecos;/
he visto cuatro clases de hashish distintas,/
una tacha de color lila,/
una pesada y voluptuosa cocaína,/
un costal de marihuana en una azotea;/
pero, de ver, pasé a meterme todo en una mente que se desorganiza al primer chupete,/
pero que regresa para nombrar presidentes a su gente./
Ver, es una cascada de vida e historia no explicadas,/
y tan poco importa que veo/
un libro amarillo con verde, sólo por verle,/
y veo/
una taza blanca que me encanta,/
una banderita de México,/
una “Antología esencial de la poesía mexicana”,/
veo un tapón de pluma azul,/
mis zapatos sucios por le tierra de lluvia./
Veo un punto por haberme dispuesto a ver,/
¡he ahí una vista que es acto!/
La disposición es el acto./
Lo demás es sólo movimiento y desarrollo,/
sólo es vida siendo vida./
/
He visto la muerte,/
en una ciudad perdida,/
sangraba mi cabeza,/
alrededor una ambulancia y la Policía./
A veces, pienso que soy, y lo hago muy en serio, un fantasma./
Veo una farola de luz amarillenta,/
me quitan los vidrios enterrados entre mi pelo./
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