"ME COMO LA LUZ" (Cuento)


“ME COMO LA LUZ”


-¿Qué piensa del Gobierno?
-¿Por qué me lo pregunta ya desnuda, Diputada?
-¿Hace ritos satánicos y comete actos de canibalismo?
-No.

***

-Con el Gobernador Omán ya se han construido varias escuelas aquí en el estado; carreteras, alumbrado, clínicas, de todo. Ya la pobreza es menos, y había mucha. Sí nos cumple, sí está del lado del Pueblo, por eso venimos a apoyarlo en su manifestación, además de que nosotros también queremos que nos digan qué pasó con esos muchachos…
-Gente como el Gobernador está levantando este país, y desde abajo…
-Nosotros estamos aquí con el Gobernador, alzando la voz, para que nos escuchen, para que nos hagan caso…

***

Ricardo Rafael Lerdo Mendoza, Susana Salvatierra Hernández, Linda Abigail Luna Paz, Ernesto Fuentes González, Alfonso Carrillo Betancourt, Flor Moreno Ávila, Mauricio Jiménez Loma, Francisco Xavier López Vega.

***

-No tiene que salir a la terraza a fumar, Diputada. Y así desnuda, menos.
-No quiero intoxicar su recámara con este veneno, señor Gobernador.
-Usted ya pagó impuestos suficientes al comprar su cajetilla en cincuenta pesos.
-Cincuenta y dos.
-Cincuenta y dos pesos de puro impuesto. Lo que intoxique, se va a desintoxicar.
-Entonces, sólo nos queda platicar de nuestras vidas.
-Pues, a mí me gusta Hermann Hesse.
-A mí, Gabriela Mistral.
-Pasé la mitad de mi vida apoyando a las guerrillas.
-¿Hoy ya no?
-No, hoy ya tenemos el poder todos los buenos.
-Yo no soy buena.
-¿No?
-No. Creí mucho en Dios, fui católica devota, hasta que me violaron en una fiesta. No me pida detalles, señor Gobernador. Desde ese entonces fumo y perdí la fe, aunque hice mi carrera, de todos modos, en una universidad católica en España.
-Yo tengo una colección de armas medievales en el sótano.
-¿Podemos verla, señor Gobernador?
-Cuando amanezca.
-De noche, ¿qué hace?
-Esto no. Soy más cerebral que sexual.
-¿Soy una excepción por qué?
-Por el cuerpazo que tiene. Ni yo me pude zafar.
-Pero, ¿qué hace en las noches?
-Me voy a la sala, completamente a oscuras, y veo en la pantalla gigante imágenes de la caída del World Trade Center, por ejemplo.
-Es usted un hombre violento, señor Gobernador.
-¿Aún tiene ganas de sentarse en mi cara, Diputada?

***

-Yo hago el llamado a los ciudadanos a protestar en contra del crimen organizado en nuestro país. Exhorto a las Autoridades a hacer cumplir la Ley de manera honesta, limpia y humana. No podemos permitirnos el hacer valer la Ley de modo que secuestradores y asesinos consigan, a través de ella, la impunidad. Luchemos juntos en contra de las mafias y la corrupción. Elevemos la voz y exijamos nuestro derecho a la justicia, porque no debemos permitir el debilitamiento constitucional de nuestra sociedad, cuando es la Constitución misma nuestra única aliada en esta guerra por la paz. Luchemos, mexicanos y mexicanas, por que nuestro Gobierno nos merezca, por que nuestro estado y nuestra república sean liderados por personas que sirvan al pueblo desinteresadamente y no en el propio beneficio, egoísta y criminal.
Las lamentables desapariciones de los ocho estudiantes este pasado mes de agosto, indignan no sólo a la población, sino también a nuestras instituciones locales. Y me pesa decir que estamos solos y sin el apoyo necesario de nuestras fuerzas armadas y de investigación para localizar a estos ocho jóvenes mexicanos. Por lo tanto, sustentaremos manifestaciones colectivas para exigir su hallazgo, para no sucumbir bajo la desesperación y el desasosiego. Hoy, hoy mismo me manifestaré personal y presencialmente en los escalones de nuestros magisterios para pedir explicaciones con respecto a la liberación de los doce sujetos detenidos, sospechosos del crimen que nos concierne, debido a los silencios de los órganos jurisprudenciales de nuestro estado…

***

-El pasado 18 de Junio, el Gobernador del estado de…, Juan José Omán Gutiérrez, lideró una manifestación pública a la entrada de los Magisterios para hacer constancia de las inconformidades con respecto  a la liberación de los doce presuntos implicados en la desaparición de los ochos estudiantes de…, sucedida a principios del mes de Agosto pasado…
***

-Como Diputada, me gusta la noche perlada de gloria. Me gusta el mundo, no puedo evitarlo, sus lluvias sus colores, la gente enardecida, embravecida, cabreada por lo que llaman injusticia, pero es algo peor que injusticia, es una avalancha de ignorancia. Indómita la vida hasta estar enardecida, embravecida, es inhóspita si no. Y luego, lo que era esperanza con el calor se cristaliza, y se come, se ama, se vende y se compra, surge la victoria, la paz, la utopía rellena de flores húmedas y gordas, crecidas para tal honor, ¡misión semejante! ¡Porque siento pienso sin el deber de hacerlo! Esa posibilidad es la libertad de un pueblo que he visto convulso, sobre asnos y sobre las espinas los asnos, y luego los ascos, las ciudades que dan asco, que se pudren día tras días, bajo el olfato agredido de un risueño niño que no conoce la calle que brota para él con toda su monstruosidad, de la mano de su padre que camina a la velocidad de un sueño y ese sueño es un rápido despertar en la clase media o más arriba, entre fuentes y globos, en un Centro infinito. Su historia es la Historia y la Historia son recovecos de un todo que en ellos se desnuda, diáfano, finalmente, afable sólo para los de estómago duro, impenetrable umbral para todo ruiseñor que no sea puro. Ese es el precio de vivir sin un Dios pero con Él, tras los suelos de maíz y bajo los centenarios de los nacos, en los imperios ambos de la Agricultura y el plástico, senos llenos de leche galáctica y dulzona hasta lo irreversible, brebaje de loba, somos Rómulo y Remo, perdidos en el mundo, mamando en cuclillas, irguiendo una ciudad interminable que no deja de rodar por los escalones de las pirámides gastadas, pero cada vez más grande, más colosal para el tiempo, más a gusto para la espalda que se jala y se desgarra, trabajo es el trabajar de nuestra gente, impávida esa esperanza que me acosa porque no es mía, sino que yo, con todos, chupo y chupo de la teta mentada, alimentada, hirviendo enardecida embravecida cuando tropiezo también yo, rompiéndome los tacones, clavándome los elotes.
-Yo vi, en una ocasión, un hombre que vivía en una caja de cartón. Yo era apenas un niño, un varón de una primaria privada. No pude hacer nada por él. Con el tiempo aprendí que ese hombre no se queja de su casa que es una caja de cartón, está agradecido por ella, esa fe hay que tener en el hombre. Lo que le enfada es que pueda perderla en cualquier momento. Claro, como ser humano, uno pondría a ese pobre hombre en una mansión, y lo hace, pero por terco, en primera, y por falta de fe en él, en segunda. Esto nunca lo he compartido con nadie, pues, como funcionario público, se me tomaría a mal, porque, se piensa, hay que poner a todos en una mansión. Ése es mi deber, según tantas gentes. Pero mi deber es que ese hombre no pierda su caja, hablar con él y preguntarle si tiene qué comer, porque casa, repito, ya la tiene. Y es cuando sucede el milagro: Empiezas tú a vivir en una caja de cartón. Te dan ganas de pintarla, de un bonito color, digamos azul cielo. Lo haces, agarras el cubo de pintura y visitas al hombre que tanto te ha influenciado y le pides permiso para pintar su caja. Si te dice que sí, la pintas. Es a lo que me dedico, es lo que hago como Gobernador. Hacer más o hacer menos es subestimar a los mexicanos.
-La dignidad es la paz.
-La política es el futuro de México.

***

Gonzalo Ortiz Gómez, Luis Ricardo Martínez Pérez, Manuel Roberto Poza Santillán, Alberto Amigo Cruz, Jesús Sánchez Vargas, Héctor Humberto Leiva Flores, Juan del Cielo Páez Martínez, Eduardo Rivera Ocampo, Armando Cuevas Ramírez, Miguel Ángel Cadena Rojas, Luis Enrique Barragán Sánchez, Octavio Horacio García Puente.

***

-¡Se ve, se siente, el crimen los mantiene! ¡Se ve, se siente, el crimen los mantiene!...

***

¿En manos de quién estamos? Lo pregunto como ciudadano y como funcionario público.
Si todo surge como espero, hay una flecha encajada en mi ojo izquierdo, enterrada en mi cerebro con ayuda de una ballesta.
Estoy alterado, sí, escribo con mano trémula estas líneas, y estos pensamientos están deshechos, pero el acto, no. El acto nunca puede estar deshecho, así tengamos que aventarnos a él. Mi acto es entregarme a las Autoridades de este modo, con un cobarde suicidio. Pero lo hago por cumplir la Ley, por mejorar mi estado y desarrollar en este país el valor de la justicia. Llámenme apasionado, pues lo soy. Un apasionado por mi labor, mi responsabilidad, mi tierra y mi Partido.
Como político, y en esto estoy seguro, he sido honesto y manifestante de esa misma pasión. He construido lo bueno y destruido lo malo. Pero, como ser humano, soy un asesino. Esta es mi confesión.
He privado de su libertad y asesinado a más de veinte personas en mi haber, entre ellos mujeres y niños, con el innoble propósito de comerme su carne. Los rumores de mi canibalismo, caricaturas que eran, son una atroz realidad. En cuanto a la supuesta práctica de satanismo, soy inocente; soy ateo. Nunca he sometido mis horribles placeres a autoridad alguna, hasta hoy que me rindo no por arrepentimiento, al contrario, mi avidez por la carne humana está en su punto más alto. Me someto en nombre de mi Gobierno, en aras de un auténtico compromiso con el bienestar del Pueblo de México.
Los doce sospechosos de la desaparición de los ocho estudiantes son culpables, y cómplices míos. No debieron ser liberados. Si no hubo suficientes pruebas (aunque sí las hubo), en mi computadora personal las hay, así como una larga carta que dejé bajo llave en el escritorio de mi oficina, donde he escrito una extensa carta con una lista, exhaustiva, de otras personas que, a lo largo de estos pocos años, estuvieron conmigo o a mi servicio al cometerse todos aquellos abominables crímenes. A través de dicha misiva, también, explico y expongo, de igual manera, el modus operandi mío y de esas otras personas.


FIN


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